A lo mejor
ella
no necesita más razones
para ese permanecer-a-su-lado
que la certeza
de tener
su cuerpo caliente cerca.
Mientras,
se sigue despertando
aterrada absurda
cada noche
abriendo los ojos sin ver
lo que pasa
quién es
quién puede ser
lo que dejó atrás
el lugar adonde no irá mañana
la lucha que no enfrentará
la alegría
que está dejando ir
lenta y seguramente.
Todo
por miedo
a dormir sola.
4 comentarios:
Un día le dijo la tristeza a la alegría: "no me contagies; déjame volcar mis lágrimas, una a una, poco a poco, cuando yo quiera, cada vez que yo quiera. No temas, no te haré daño. Tu podrás seguir riendo, no te obligaré a llorar, pero tú no me fuerces a reir"
ufff!!! la poesia,TREMENDA...!! y lo de fabi.(ahora fachu) sin palabras..pido la licencia para subir este comentario a mi propio blog ,citando fuente.
"la distancia no es cuanto nos separemos, la distancia es si no volvemos..."
más honda se siente la soledad si se duerme con alguien para querer taparla.
cuandola persona que llevamos dentro, esa sin caras ni caretas, alcanza de compañía, entonces el miedo desaparece y la soledad también
yo duermo siempre solo, me gusta, como ir al cine solo, ciertas cosas no son para compartir... igual recuerdo de dormir juntos sus pies, absurdamente helados, yo me metía cabeza abajo, y le frotaba los pies hasta que tomaban temperatura de pies de gente viva...
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