Me parece que estás monologando
hablando como quien le habla a otro
(supuestamente yo)
pero no.
No ves que yo no estoy ahí?
No soy esa.
La que tu mente se dibuja
rosa o verde
poblada de virtudes
envuelta en cascabeles
que sólo te causan risa
y te quedás mudo
esperando
que te haga reír de nuevo.
Por qué querría yo hacer eso?
Nada conozco y nada sé.
Tu amor no puede contagiarme.
El amor, amigo mío, es otra cosa.
El amor es muy raro
(me dijo Christian Ferrer un día
y tenía razón).
Amor es el suplicio
el abandono en otros brazos
una llama que envuelve todo lo que toca
una llama que comparten dos
crece y destella cuando hay dos.
Amor no es de un día.
Cuando hayas pasado cien noches
al lado de mi peor cara
lo que realmente soy y quiero
(esa que no viste ni querrías ver)
ahí te voy a creer el amor.
Ya consumí esas tretas
y bailé al compás de esas danzas.
Ya es tiempo de sostener mi propio ritmo.
Y para vos
tal vez
sea tiempo de merecer un diálogo.
1 comentario:
aunque no visites mi blog,yo seguiré pasándome por acá...porque es una experiencia agradable
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