Qué bueno que venís
con tu risa contagiosa
tus obsesiones
tu manera nada sutil de buscar
pelusas en mi casa
venís y me imagino yendo a buscarte
como tantas veces
te busqué y te despedí
y odié y adoré esos aviones
que te traían y te llevaban
sin saber
nada de nosotras
nuestra amistad
nuestra historia
el dolor que se desprende de la garganta
casi nunca en el aeropuerto
pero siempre en algún momento
de tu estadía
venís y tengo ganas
de regalarte mi ropa
mostrarte mi vida
prestarte mi shiatsu, mi yoga, mis libros
la radio, los lugares que veo todos los días
los lugares que sé que amarías
tanto o más que yo
venís con tu mirada profunda
severa a veces
extrema y dulce
mirada de mil años
de sinsabores
caídas
resignación a veces
esa mirada que me conecta con el piso
venís con tu hija
que se te parece tanto
vienen ambas
a vivir esta parte de la vida
que queda de este lado del mundo
esta parte que a veces
está más allá que acá
qué bueno que venís
ya te estaba extrañando
mucho.
3 comentarios:
se ve que quieres mucho a tu hermana, y que la extrañas demasiado cuando se ausenta
Esa foto esta preciosa Gise...
y tus palabras tambien lo son..
Que fuerte es la distancia y que doloroso el olvido. Hay que conservar siempre la memoria, la emocion, el sentir,
Cariños
Leonardo
q lindo, me identifiqué tantísimo, teniendo a mi hermana tb del otro lado...
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