El augurio de un mate
la calidez de ese abrazo
el olor a infancia de la cocina.
Frío y más frío amenazando en la ventana
los perros aullando atención
la siesta susurrada al oído.
El deseo de quedarse
un rato más.
El asadito esperando a la vuelta de la esquina
la terminal con flores.
El cielo gris de garúa
acompasa las horas lentas.
Es invierno
afuera
pero adentro
el corazón estalla
de felicidad.
6 comentarios:
que capacidad para expresar todo el transcurrir el compás de una ciudad del interior
el olor a cocina. el tacto del marmol antiguo del baño y las baldosas q cubren el pasto en ese camino a la vereda.
Besos. con ruidos a bicicleta
Es cierto. Gise puede poner en palabras esa ciudad interior que todos "los del interior" llevamos dentro
Que vivan los provincianos!!!
Reminiscencias... el pueblo pequeño, el tiempo espacioso y amplio, el frio, el fuego, el olor a leña, a hojas, a lluvia, la gente simple, el asadito..
Que lindo Gise, que ganas de volver...
...y que envidia tener aún y conservar esas raices, que importante...
Un beso
El corazòn siempre estalla de felicidad cuando perfumamos de infancia la cocina.
Placer visitarte, excelente blog!
Ciertamente precioso. Me ha encantado. Huele a añoranza.
Besos transoceánicos.
Te escribí pero mis letras se debieron quedar congeladas al entrar a buenos aires....
Me llegó calor entre tanto frio, calor que se desprendía de esas líneas y me sentí muy cómodo, a gusto, arropado, y lo utilizé para calentar el agua que moja la hierba......Un mate con sabor a buenos aires, mate en compañía....
Besos con muchos aromas
Gracias por tu comentario
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