sábado, 23 de junio de 2007

Casares











El augurio de un mate
la calidez de ese abrazo
el olor a infancia de la cocina.

Frío y más frío amenazando en la ventana
los perros aullando atención
la siesta susurrada al oído.

El deseo de quedarse
un rato más.

El asadito esperando a la vuelta de la esquina
la terminal con flores.

El cielo gris de garúa
acompasa las horas lentas.

Es invierno
afuera

pero adentro
el corazón estalla
de felicidad.

6 comentarios:

Sombra dijo...

que capacidad para expresar todo el transcurrir el compás de una ciudad del interior
el olor a cocina. el tacto del marmol antiguo del baño y las baldosas q cubren el pasto en ese camino a la vereda.
Besos. con ruidos a bicicleta

Anónimo dijo...

Es cierto. Gise puede poner en palabras esa ciudad interior que todos "los del interior" llevamos dentro

Que vivan los provincianos!!!

Anónimo dijo...

Reminiscencias... el pueblo pequeño, el tiempo espacioso y amplio, el frio, el fuego, el olor a leña, a hojas, a lluvia, la gente simple, el asadito..
Que lindo Gise, que ganas de volver...
...y que envidia tener aún y conservar esas raices, que importante...
Un beso

LaLy dijo...

El corazòn siempre estalla de felicidad cuando perfumamos de infancia la cocina.

Placer visitarte, excelente blog!

Angel dijo...

Ciertamente precioso. Me ha encantado. Huele a añoranza.

Besos transoceánicos.

rhino dijo...

Te escribí pero mis letras se debieron quedar congeladas al entrar a buenos aires....
Me llegó calor entre tanto frio, calor que se desprendía de esas líneas y me sentí muy cómodo, a gusto, arropado, y lo utilizé para calentar el agua que moja la hierba......Un mate con sabor a buenos aires, mate en compañía....

Besos con muchos aromas

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