Por momentos podíamos recostarnos en la nada.
Tirados en la cama
mirarnos los ojos,
el cuerpo,
descubrirnos los gestos jugando a ser otros.
Pasar las horas sumergida en tu risa
franca y contagiosa.
Tu mirada oscura.
Descifrar tus guiños, tus gestos, alaridos.
Dónde empezás y dónde terminás.
Y si hay un límite.
FIN
Hace 7 años.
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