lunes, 9 de junio de 2008

Casarensidad



Una humedad creciendo verde en el pasto
entre tres gatos que maullan
queriendo entrar
a la casa

pronto les abren la puerta
y se acurrucan
fuerte a la estufa

con cara de plena satisfacción
humean las tazas de café
sobre el piano

antes de salir
al frío
la calle
abro mi paraguas
amenaza con quedarse a medio camino

salgo a caminar las 6 cuadras de Boedo
inundación parece más allá
ciertamente

porque las casas y los techos tan bajos
dejan caer la lluvia
se abren ante ella

recorro bodegones
parrillitas
cantinas
sale olor a cocina
casera por donde se la mire

cruje familiar a lo lejos un ruido
chorizos y morcillas asándose en la vereda
me llevan

el aire casarense
congelado
húmedo
acogedor
entrañable
del invierno
todos los inviernos

extrañar Casares
como algo muy precioso
y preciso
latente en el medio
de la memoria

extrañar Casares
como un sonido
un color
verde y a veces gris
la impunidad del aire
ráfagas en mi cara

los años generosos
de esa vida
que precedió a esta vida

arremeten
y le ganan a todo

en días como hoy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gisella,

No creas ni por un minuto, que no te leo, te sigo, te espero, te creo y te disfruto; porque en cada palabra que escribís está un pedacito del rompecabezas que al final nos encontrará hablando de las cosas del día, de la noche y de tantas otras. Como debe ser.

Javier