lunes, 12 de noviembre de 2007

El hombre que tenía cara de poker



Parecía que la vida
nunca lo atravesaba

iba orondo por ella
como un niño
eterno

sin surcos en la cara
que dieran cuenta de los años pasados

se empeñaba siempre
en las mismas preguntas
con las mismas respuestas
encerradas y pequeñas

el día a día lo precupaba más
que la vida entera

ni el porqué
ni el cómo ni el cuándo
eran problemas para él

en su burbuja
celeste
todo se teñía de variados colores
al tiempo que la vida seguía pasando a su lado
en caras y formas distintas

mientras tanto él
seguía riendo y asintiendo con la cabeza
y la cara de poker.

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